Un incendio forestal declarado al mediodía seguía a última de ayer quemando sin control en La Torre de Fontaubella (Tarragona), y ya había arrasado 230 hectáreas de pino blanco y matorrales. Aunque al cierre de esta edición el fuego no amenazaba ningún núcleo habitado de la zona, sí que había obligado a desalojar al menos 12 personas de masías de la zona además de los empleados de la central eólica de la Serra de l´Argentera, donde llegaron las llamas.

Además, el incendio obligó a cortar la carretera TV-3223 entre la Torre de Fontaubella y Pradell de la Teixeda (Tarragona).

Según informaron los Bomberos de la Generalitat, en la extinción del incendio, con más de un frente activo, llegagron a trabajar 86 dotaciones terrestres y 20 de aéreas -aunque éstas tuvieron que retirarse al llegar el ocaso-, entre ellas aviones de vigilancia y ataque, helicópteros bombarderos y de mando e hidroaviones.

Entrada la noche, tras la forzosa retirada de los medios aéreos por la falta de luz, el fuego seguía avanzando descontrolado en dirección este y el viento que soplaba en la zona dificulta las tareas de extinción. Además, la particularidad orográfica de la zona hacía prácticamente imposible el acceso por tierra en las zonas barrancosas afectadas. Por todo ello, los Bomberos se avanzaron a confirmar que hasta hoy no lograrían controlar el incendio.

Empezó al lado de la vía del tren Según informaron los Bomberos, el fuego se inició, por causas aún desconocidas, al lado de la vía del tren, a la altura de la estación de La Torre de Fontaubella y del kilómetro 1,5 de la carretera TV-3223. Se da la circunstancia que en el mismo sitio durante los últimos días ya se registraron dosincendios que pudieron ser sofocados a tiempo.

En este sentido, el delegado del gobierno catalán en Tarragona, Xavier Sabaté, declaró a «Catalunya Radio» que «tendremos que mirar la frecuencia de los ferrocarriles que pasan por la zona y a qué hora ha pasado el último tren. Luego investigaremos si ha sido un fuego fortuito o provocado».

Por su parte, el Conseller de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar, aseguró que se destinaron todos los medios disponibles en las tareas de extinción.