El puente tiene nueve metros de largo y se encuentra situado frente a la sede de Naciones Unidas en Nueva York. Obviamente, se derretirá pronto; a diferencia de lo que le sucederá a su réplica, que también ha levantado el artista en un lugar mucho más adecuado para el mantenimiento de hielos perpetuos: la Antártida. Con esta iniciativa Vebjorn Sand quiere llamar la atención de la opinión pública sobre el calentamiento global. Según el artista el puente de Nueva York "está destinado a fundirse para mostrar que la Antártida puede desaparecer". De este modo quiere expresar la "fragilidad de la belleza" de las regiones polares.
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