El más elemental principio de precaución nos indica que debemos tomar medidas urgentes para eliminar la emisión de CO2 y de metano a la atmósfera. Tenemos unos veinte años para hacer esto, después será una carrera contra reloj en un mundo muy agitado e inestable por los impactos de este mismo cambio climático.
Los proponentes de la energía nuclear sugieren que ante ese problema se debe volver a retomar la construcción intensa de centrales nucleares, pues serían esas centrales las que limitarían las emisiones de CO2, ya que la tecnología solar es muy cara.
Por otro lado, los proponentes de la energía solar indican que las centrales nucleares siguen siendo contaminantes en productos radiactivos, mantienen el esquema de energía concentrada en vez de distribuida, que la energía solar unida al hidrógeno puede resolver los problemas actuales de la energía y que su carestía deriva de una falta de apoyo similar al que tiene hoy día la fusión nuclear y ha tenido la fisión.