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Título:  Reciclado de lodos. Prolongación de la línea 11 del Metro de Madrid 
Autor:  Elena Martín Díaz
Dragados
Tipo:   Comunicación técnica (Escrita) 
Tema:  Residuos y Contaminación
Otros temas:  Residuos y Contaminación
Documentos:   Doc. Final  
Resumen:  En la prolongación de la línea 11, desde la estación de Pan Bendito, se han excavado 413.000 m de suelo, reutilizado para la formación de zonas verdes en el PAU de Carabanchel, y 165.000 m de lodos que convenientemente tratados se han empleado como caballones anti-ruido en la R-5. Este último material, constituido por la mezcla de toscos, arenas tosquizas y arena de miga, con la aportación de agua y espumas, para facilitar el trabajo de la tuneladora, en presión de tierras, que garantiza la estabilidad del terreno y evita las sobreperforaciones, exigía su transporte a un vertedero de lodos autorizado de la Comunidad de Madrid. Inicialmente se estudiaron diversas soluciones, utilizando prensas de secado o de decantación de lodos, empleados normalmente en el tratamiento de aguas residuales, pero los elevados rendimientos necesarios (2.000 m /día) hicieron inviable la aplicación de dicho método en el túnel.

La utilización de la estabilización, mediante cal, disminuyendo de una manera importante el contenido de humedad del suelo, hacía que este proceso ofreciese una posible solución, basándose en los resultados obtenidos en su aplicación en la ejecución de carreteras.

Como consecuencia de ello se realizaron pruebas de laboratorio, mezclando lodos con cal y consiguiendo rebajar los porcentajes de humedad de 29,9% a 20,2%. La dosificación utilizada varió del 1% al 2%, lográndose que el material pasara del estado líquido al plástico en menos de 2 horas, aproximándose al sólido al cabo de 24 y obteniéndose una humedad final próxima al límite plástico. También, como complemento, se efectuaron ensayos de C.B.R. con valores de 9,5 y 16 a los 4 y 7 días respectivamente.

Los resultados anteriores debían ser ratificados, a escala real, para asegurar el funcionamiento continuo del proceso y determinar los plazos para proceder al depósito y extendido del material con maquinaria convencional. Para ello se efectuó una “banda de ensayo”, con adiciones del 1% y 2% de cal, en dos balsas preparadas en las instalaciones de la línea 11, tomándose tiempos de la disminución del grado de humedad y la huella dejada por un retroexcavadora mixta introducida sobre la mezcla. Los resultados obtenidos fueron totalmente satisfactorios, comprobándose que la huella era apenas imperceptible, al cabo de 5 horas, para un contenido de cal del 2%.

También se realizaron pruebas utilizando como mezclador un contenedor metálico, extendiendo el material en capas y compactando con un rodillo, logrando unos efectos similares al caso anterior.

Vista la bondad de los ensayos, de laboratorio y reales, se procedió a implantar un método general que pudiera garantizar el tratamiento de los lodos, de acuerdo con los elevados ritmos de excavación y la operatividad continua durante 24 h/día y 7 días/semana.

Para ello se diseñó un pozo semicircular, con capacidad para absorber la producción diaria (2.000 m /día), alimentado por un sistema de cintas transportadoras desde el túnel que, auxiliadas por otra pivotante, repartían el material sobre dicho pozo. La aportación de la cal, sobre ésta última, se realizaba mediante dos sinfines de dos silos de 100 t, totalmente independientes, dosificándose desde una central que aportaba la cantidad necesaria en función del peso del suelo.

La extracción final de la mezcla obtenida se efectuaba con medios convencionales, retroexcavadora y bañeras, garantizando la permanencia mínima de 12 h en el pozo para
su correcto fraguado, siendo su destino la utilización como amortiguador de ruidos en la Autopista de Peaje Radial 5, empleándola en la formación de “caballones anti-ruido”, como elemento sustitutivo y más barato de las pantallas, aislando, de este modo, una serie de poblaciones y urbanizaciones cercanas de la contaminación acústica y visual generada por la Autopista, al mismo tiempo que se resolvía el enorme impacto ambiental producido por los vertederos “especiales para lodos”, que hubiese sido necesario habilitar para colocar los sobrantes de la excavación con tuneladora.


 



 



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