En este momento, nuestro país se enfrenta a la necesidad de gestionar los residuos radiactivos de alta actividad que previsiblemente retornarán a España en los próximos años procedentes del reprocesado del combustible gastado en el extranjero. Es una realidad que en la actualidad en España, los residuos de alta actividad no tienen una solución definitiva y es necesario un margen para lograrla.

Este hecho determina, entre otras razones, la urgencia de llevar a cabo las actuaciones necesarias para disponer en tiempo de un sistema de gestión para ellos.
Este proceso deberá pasar por una toma de decisiones en la que todos los agentes implicados tendrán algo que decir por lo que es necesario llegar a un consenso que pase por una transmisión de la información objetiva y transparente facilitando al participación de la sociedad.

Esta transparencia debe ir acompañada de calidad de la información. Para ello la promoción de foros y debates de diálogo para el intercambio de experiencias es fundamental. En este sentido el CONAMA plantea este grupo como un ejemplo de diálogo y discusión entre diferentes actores implicados como aportación a la toma de decisión final.

De lo planteado en este último punto del documento del grupo hay que decir que parte de lo contemplado en el mismo ha sido consensuado por los distintos miembros del grupo de trabajo. Otra parte refleja aspectos que no siendo compartidos de forma unánime por los miembros del grupo, sí han sido manifestados durante las discusiones del mismo, por lo que así han quedado incorporados como reflejo de la exposición de las diversas inquietudes y del debate de las distintas posturas habidas en el seno del mismo.

Igualmente, los miembros del Grupo de Trabajo han realizado un esfuerzo de acercamiento para construir una reflexión conjunta de aspectos sobre los que no se han alcanzado un consenso total, pero que han permitido reflejar tanto las posiciones como las inquietudes de sus integrantes. El Grupo de Trabajo considera que estos puntos ayudan a enriquecer la labor realizada, dado que con su debate se permite el acercamiento entre posturas diversas a través de una mayor compresión de los aspectos técnicos, legales, económicos y sociales implicados en cada una de ellas.

En esta línea sería de destacar que mientras que algunos miembros consideran que se pueden y se deben definir formas de gestión de RAA con independencia de la política energética que se defina para España, otros postulan como prioritaria dicha definición, considerándola una condición para alcanzar un consenso en la forma de gestión de nuestros residuos de alta actividad.

Por tanto hay que señalar que aunque existen aspectos de “fondo” en los que no hay un consenso entre todos los participantes en este grupo, ha habido otros en los que se ha logrado una postura aceptada por todos.

La participación de todas las partes interesadas en la toma de decisiones, así como el diálogo constante y la transparencia durante el proceso, garantizará el carácter imparcial y positivo del mismo.

La aceptabilidad social es imprescindible, pero se debe transmitir adecuadamente la información, ya que las diferencias en los niveles de aceptación ante problemas idénticos demuestran que hay diferencias en como se transmite ésta. Todos los actores involucrados en dicha gestión deben llevar a cabo un esfuerzo continuado de información y diálogo, articulado con los ayuntamientos, comunidades autónomas y otras entidades que representen fuentes independientes de información. 

Las consideraciones y los puntos de debate sobre los que se ha reflexionado en el Grupo de Trabajo han permitido adoptar un consenso en una serie de puntos como se ha señalado con anterioridad y se muestran en el documento final.