La universidad como institución está empezando todavía a caminar en la senda del desarrollo sostenible. Es necesario desarrollar un modelo de educación multidisciplinar y éticamente orientada hacia la búsqueda de soluciones para los problemas relacionados con el medio ambiente. La universidad se ha quedado desfasada en todo lo referido a temas medioambientales con respecto a la sociedad. Por eso, hace falta movilizar a toda la comunidad universitaria y conseguir la participación de todos los implicados, alumnos, profesores, personal administrativo y de servicio, etc.
Es necesario un cambio de paradigma, un cambio de mentalidad que nos lleve hacia la interdisciplinariedad y en muchos aspectos a la transdisciplinariedad necesarias para la solución de los problemas ambientales que se nos plantean. Los puntos en los que la universidad debe intervenir son: docencia, investigación, gestión de campus y proyección/extensión universitaria.
La universidad es una institución que necesita adaptarse a la realidad en la que vivimos y dejar a un lado la concepción “cisneriana” en la que está anclada. Es un paso en la formación de profesionales y debería convertirse en un medio de información y comunicación del desarrollo sostenible y ser capaz de llevarlo a la práctica. Debe conseguir que el alumno identifique el medio ambiente como elemento clave en su futuro y que entre a formar parte de su ética profesional.
En cuanto a la gestión de campus, a pesar de que algunas facultades consiguen implantar sistemas de gestión ambiental (por ejemplo, la Politécnica de Valencia) y plantean acciones específicas relacionadas con aspectos paisajísticos, transporte etc., la mayoría de la comunidad universitaria no está concienciada ni formada en los principios y actuaciones que predica el desarrollo sostenible.
En lo relativo a la investigación, la interdisciplinariedad es la palabra clave. Los retos temáticos de los grupos de investigación deben adaptarse a las necesidades reales de nuestra sociedad (cambio global, edificación, planificación territorial…) y a nivel del trabajo entre universidades es fundamental el compartir experiencias entre las instituciones y fomentar la cooperación entre ellas, tal y como se mostró en la línea de actuación del grupo de trabajo de la CRUE (Conferencia de Rectores Universitarios Españoles) para la calidad ambiental y el desarrollo sostenible en universidades.
Desde una visión más amplia, corresponde a las universidades el análisis de la idea del desarrollo sostenible. Analizar la verdad y lo tópico en la idea de la sostenibilidad, realizando un análisis filosófico. La Universidad debe afrontar el desarrollo de tener capacidad de adelantarse a los cambios. Si nos adelantamos a los cambios, seremos capaces de adaptarnos a ellos.
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