Las empresas son, sin duda, uno de los agentes socioeconómicos más importantes en la sociedad actual. De ahí la necesidad de que éstas asuman como propios los criterios de sostenibilidad, respeto al medio ambiente y las sociedades con las que conviven. Esta es la principal conclusión extraída de esta reflexión.

En la actual coyuntura económica mundial, las empresas multinacionales asumen un papel muy relevante, dada la creciente importancia del comercio internacional, su peso en el monto total de la inversión directa extranjera en “países en desarrollo” y su protagonismo en las redes de transferencia tecnológica. Así mismo, y en la problemática concreta de los “países en desarrollo” tienen una enorme importancia a la hora de promover redes de empresas para fomentar el tejido industrial de cada uno de los países: Redes que unan microempresas, PYMES y Multinacionales y dinamicen su actividad económica.

Las empresas funcionan como conglomerados de intereses que han de intentar buscar un equilibrio entre los diferentes agentes y sus intereses con el objetivo final de crear valor para la empresa. En este sentido, todos los ponentes coincidieron en que la actual situación caracterizada por una creciente internacionalización de los entornos empresariales y de la profundización del proceso de globalización suponen un reto para las empresas.

Las empresas presentes en la reflexión destacaron la necesidad de afrontar estos retos desde una misión y visión que integre dentro de la empresa los criterios de sostenibilidad y de RSC, asumiendo que este nuevo enfoque como una ventaja competitiva imprescindible en el entorno mundial para la supervivencia de las empresas. Ha de intentar ligarse necesariamente el negocio a la sostenibilidad.

Por otro lado, se señaló la dificultad de que las empresas pudieran alcanzar estos objetivos de sostenibilidad y responsabilidad social, pues según alguno de los ponentes, operan en un sistema competitivo de búsqueda de beneficios que incentiva comportamientos insostenibles.