Los ámbitos universitario, gubernativo y asociativo se dieron cita en esta mesa redonda para debatir sobre educación ambiental. La Universidad ofreció una visión formal en la que esta materia no debe ser entendida sólo como la capacidad de formación de profesionales, sino también debe tenerse en cuenta su papel como dinamizadora social.
En lo referente a las utilidades y logros de la educación ambiental, un primer argumento tuvo que ver con los profesionales que trabajan en este ámbito y del que se ofreció una perspectiva basada en el fracaso y la frustración del sector del medio ambiente. No obstante, pese a esta realidad se siguió haciendo incidencia en la importancia de la educación ciudadana para un consumo responsable con la introducción de conceptos claves como el de huella ecológica.
El punto de vista de las administraciones públicas estuvo representado por los programas de educación ambiental de la Comunidad de Madrid y la organización de las Agendas21 Escolares en el País Vasco.
Por otra parte, el uso de nuevas tecnologías de la información en educación ambiental debería basarse, según lo propuesto en la mesa, en una estructura de redes organizadas que puedan emplearse para resolver problemas de base de la educación ambiental, especialmente en lo que tiene que ver con la falta de coordinación de la información existente.
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