Los manifestantes llegaron desde la Amazonía y protestaron de forma pacífica frente al palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo en el centro histórico de Quito, con pancartas en las que pedían la salida de Petrobras del país, así como apoyo al Gobierno para defender el ecosistema.

"Vinieron a presionar para que no dañen su medioambiente", declaró Alexandra Almeida, del grupo Acción Ecológica, quien, en medio de la manifestación, repartía folletos sobre el proyecto gubernamental de mantener el petróleo en tierra, en la reserva ecológica de Yasuní, territorio ancestral de los huaoranis.

El Gobierno, presidido por Rafael Correa, ha propuesto a la comunidad internacional una compensación económica para mantener en tierra el petróleo en la zona de Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT) con el fin de proteger el medio ambiente.

Moi Enomenga, líder de los huaoranis, dijo que están "preocupados" porque les han informado de que el Gobierno está a punto de revelar su decisión sobre el caso de la licencia ambiental, por lo que decidieron entregarle una carta en la que expresan su situación.

Puntualizó que actualmente hay unos 3.000 huaoranis en las provincias de Pastaza, Napo y Orellana, todas en la Amazonía, donde hay preocupación no sólo por el efecto ambiental de la explotación petrolera sino también por la extracción de madera.

Aunque la manifestación huaorani fue pacífica, la Policía intentó detener a Luis Corral, activista de la organización no gubernamental Acción Ecológica, que apoyaba a los indígenas cuando éstos esperaban la salida de la caravana motorizada de Correa.

Cinco policías intentaron detener a Corral mientras éste, a gritos y empujones, logró liberarse reclamando por la acción para la que no veía razones.

El incidente, que dejó desconcertados a los indígenas, y provocó revuelo entre los transeúntes, ocurrió cuando la Policía pedía replegarse a los manifestantes que permanecían parados con pancartas frente a la puerta del estacionamiento del palacio de Carondelet, aunque no bloqueaban la salida.

Unos 40.000 barriles diarios

En mayo pasado, Petrobras aseguró que el respeto al medio ambiente y a las poblaciones indígenas está garantizado en el proyecto de extracción de crudo en el Parque Nacional Yasuní, para el que espera la licencia de obras desde febrero.

Fernando Benítez, gerente de Petrobras para el proyecto del llamado Bloque 31, dijo entonces que toda la documentación para la nueva licencia ambiental fue aprobada en diciembre pasado y en enero pagaron las tasas y se entregaron las garantías para la obtención del nuevo permiso.

La empresa estatal brasileña requiere la licencia para iniciar las obras e instalar en el Yasuní dos plataformas que producirán, en un plazo de unos dos años y medio, 40.000 barriles diarios de crudo pesado.

Se calcula que la explotación del Bloque 31, donde la compañía brasileña ya ha invertido unos 180 millones de dólares y tendría que invertir otros 300 millones, aumentará en alrededor de un 8% la producción petrolera actual de Ecuador, de unos 500.000 barriles diarios.

El Gobierno de Ecuador suscribió este miércoles un acuerdo interministerial para crear una estructura institucional dedicada a proteger la vida e integridad de los pueblos en aislamiento voluntario que habitan en la Amazonía ecuatoriana.