Borloo señaló que esta medida había sido aprobada en la mesa redonda dedicada a los transportes en el proceso de concertación para definir la política ambiental del país que concluye mañana con un discurso del presidente francés, Nicolas Sarkozy. El ministro no dio detalles sobre las modalidades de puesta en marcha de esa 'ecotasa' para los camiones, y se limitó a indicar que "no puede aplicarse a las autopistas en concesión porque la reglamentación europea prohibiría a un operador privado cobrar una tasa".

Otra medida adoptada en esta penúltima jornada de concertación fue el principio de una 'ecopastilla' que modulará el nivel de impuestos de los coches nuevos en función de sus emisiones de dióxido de carbono (CO2). Según el proyecto que se había discutido en las últimas semanas, los coches que emitan más de 140 gramos de CO2 por kilómetro se verían penalizadas con esa "ecopastilla", mientras que los que generan menos de 120 gramos tendrían disminuidas las tasas.

El titular de Ecología señaló que "salvo por razones de seguridad, no aumentaremos de forma significativa las capacidades viales ni aeroportuarias", en beneficio de otras infraestructuras que se consideran menos dañinas para el medio ambiente, en particular el ferrocarril. Afirmó también que se sacarán los camiones de los grandes ejes y se los colocará en trenes, para lo cual se van a lanzar dos grandes líneas de transporte de mercancías entre el norte y el sureste, y entre el norte y el suroeste de Francia, que deberán estar listas en tres años.

Una muestra de esa apuesta por el transporte público y por las infraestructuras ferroviarias son los planes de Borloo para construir 1.500 kilómetros de tranvía fuera de la región de París, frente a los 329 kilómetros existentes actualmente, con un costo programado de 17.000 millones de euros, de los que 4.000 millones los aportará el Estado. Los participantes en la concertación no lograron consenso para sacar adelante la iniciativa de reducir en 10 kilómetros por hora el límite de velocidad en autopistas y carreteras.

Como estaba previsto, no hubo problemas para acordar una nueva normativa ecológica para los edificios, lo que debe traducirse en una reducción del consumo energético de una media de 260 kilovatios hora por metro cuadrado en la actualidad a 50 kilovatios hora en el horizonte de 2012. El parque de edificios públicos deberá ser pionero en esta evolución, y así se pretende reducir en un 20% el consumo final de energía.

Sarkozy debe pronunciar mañana un discurso solemne, en presencia entre otros del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y del último premio Nobel de la Paz, el ex vicepresidente estadounidense Al Gore, para concluir la concertación.

En ese discurso se espera que aparezcan algunas de las medidas que se pretenden poner en marcha dentro de la política medioambiental, a las que se sumará otras de aquí a finales de año que quedarán recogidas en un proyecto de ley cuya tramitación parlamentaria está programado para comienzos de 2008.