Tras cinco años de desencuentros y debates, nuestro país cuenta por fin con la Estrategia Española contra el Cambio Climático. Ayer, el Consejo Nacional del Clima aprobó por unanimidad, con la abstención de los tres representantes de la ONG ambientales, las 198 medidas concretas para cumplir con los compromisos de Kioto.

Una vez aprobada por el órgano consultivo, la Estrategia será elevada al Consejo de Ministros del próximo viernes. Pero será un simple trámite, puesto que el Gobierno ya es conocedor del texto, al que dio el placet en el mes de julio, y será de inmediata aplicación.

«Estamos muy satisfechos. Ha sido aprobada sin ningún voto en contra, y sólo con unas abstenciones que agradecemos, porque son constructivas. Sus críticas son para mejorar el plan», señaló Cristina Narbona, ministra de Medio Ambiente. La amplia sonrisa que mostraba Narbona estaba justificada ante el apoyo de todas las Comunidades Autónomas, corporaciones municipales, científicos y expertos, patronal, sindicatos, consumidores..., a excepción de los ecologistas, que señalaron, sin embargo, «que ya era hora de que se aprobara». «No nos satisface, pero no la hemos bloqueado; sólo nos hemos abstenido por insuficiente», señaló a EL MUNDO Mar Concepción, responsable de Cambio Climático de WWF/Adena. Las otras dos ONG son Greenpeace y Ecologistas en Acción.

La ministra agradeció a quienes «trabajaron con esfuerzo en la Estrategia en la anterior Legislatura, porque de aquello que hicieron hemos partido. Se ha mejorado estos años y se ha dotado de calendario y presupuesto. Agradecimiento a ellos y, por supuesto, al Consejo Nacional del Clima», añadió.

De las 198 medidas que contiene el plan de lucha contra el calentamiento global, 80 ya han sido puestas en marcha en julio, con un Plan de Medidas Urgentes aprobado entonces. Son medidas que sólo competen al Gobierno del Estado. Las restantes 118 empezarán a aplicarse a partir de ahora, una vez que cada Comunidad Autónoma apruebe su propia estrategia.

Ayer mismo, tras la sesión principal, las CCAA comenzaron a informar de cómo avanzan sus propios planes. El País Vasco abrió el melón de los gobiernos regionales, informando de su Estrategia. Le siguieron las demás comunidades. El Gobierno confía que antes de fin de año estén en marcha los 17 planes regionales, y que los municipios se incorporen con inmediatez al reto de contener las emisiones de CO2 y al ahorro de energía. De ellas dependen los horarios y potencia del alumbrado público o los impuestos de circulación, que también se subirán dependiendo de la potencia y emisiones de los vehículos. Narbona comentó que la ayuda que pueden sumar las demás administraciones al reto del Estado podría completar los objetivos de Kioto. La ministra señaló que esa contribución podría ser de hasta el 15% del total de reducción de las emisiones aprobado.