Se impone, en los tiempos que vivimos, una Alianza Estratégica para frenar el cambio climático mediante una apuesta decidida por la sostenibilidad. La movilidad, el modelo de desarrollo o la política energética entre otros asuntos, deben estar impregnados, transversalmente, por una noción de desarrollo sostenible que nos ayude a frenar las tropelías que hemos ido cometiendo en el planeta.

Casi un siglo más tarde de que comenzaran los primeros estudios sobre cambio climático, el acervo científico sobre este tema no ha dejado de crecer. Lejos de dogmatismos, el conocimiento sobre el cambio climático se está construyendo sobre uno de los mejores mecanismos de control existentes para asegurar que cualquier resultado contrastado científicamente es tenido en cuenta por la comunidad el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). A esto se suma el hecho de que distintas voces desde ámbitos institucionales, empresariales, económicos, ambientales y sociales se han unido articulando las más variadas iniciativas contra el cambio climático.

Desde la sociedad civil, se cuentan por miles las iniciativas que se están impulsando para concienciar a la ciudadanía de la necesidad de modificar hábitos de conducta y consumo que nos permitan tener un modelo de vida más saludable, y cada día crece el número de empresas y entidades que deciden, por una u otra vía, y conscientes de su responsabilidad, medir, reducir y compensar las emisiones de CO2 que ocasionan en sus actividades.

Necesitamos, por lo tanto, políticos a la altura de los tiempos y de las circunstancias, que sean conscientes de la emergencia civilizatoria en que estamos inmersos y haciendo un ejercicio de responsabilidad, sean capaces de sacar los temas de sostenibilidad y de cambio climático fuera de la arena del combate partidario. Necesitamos liderazgos políticos que articulen un ámbito común de trabajo por el desarrollo sostenible.

Aprovechamos, por otro lado, para anunciar que en las próximas semanas nos pondremos en contacto con los partidos políticos con representación en el Parlamento para hacerles llegar nuestras propuestas a sus programas electorales.