Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF/Adena han alertado de las graves consecuencias que supondría la instalación del teleférico de Sierra Nevada (Granada), y solicitan a la Junta de Andalucía que elabore una declaración de impacto ambiental (DIA) negativa. Asimismo, piden que se potencien los planes de desarrollo sostenible que se aplican en este espacio natural, ya que han logrado una reducción efectiva del paro, un aumento de la riqueza en las poblaciones locales y una mejor protección del recurso paisajístico y de la riqueza ambiental del macizo.

El pasado lunes, la consejera de Medio Ambiente de la Junta, Fuensanta Coves, anunció la devolución del proyecto del teleférico a sus promotores, solicitando información adicional que pudiera subsanar tres graves deficiencias.

Las citadas organización ecologistas han respaldado esta iniciativa y han pedido a Coves que declare una DIA negativa para el proyecto, pues las deficiencias mostradas (tener un alto impacto ambiental, un bajo interés social y no constituir una alternativa para el transporte en carretera) son "tan graves que la única corrección posible es la retirada del proyecto".

Repercusiones negativas

Los ecologistas afirman que el proyecto supondría "la invasión de una zona de alto valor ambiental", la fragmentación de la Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA), afectando a las poblaciones de rapaces, y traería consigo un elevado impacto visual y paisajístico.

Además, sostienen que la construcción de un teleférico no implica una alternativa a las emisiones de CO2, como aseguran los responsables del proyecto. Estos dicen que el teleférico reducirá las emisiones de CO2 que genera el tránsito rodado en la carretera de la Sierra. Pero los ecologistas apuntan que la alternativa no será disuasoria porque, entre otras cosas, el diseño y modelo de las cabinas no permiten transportar equipaje.

Por último, las ONG conservacionistas alertan de la presunta especulación urbanística y nulo efecto multiplicador en las economías locales. En este sentido, aseveran que el número de puestos de trabajo que generará el teleférico una vez en funcionamiento es muy pequeño, en comparación con los generados por los proyectos de desarrollo sostenible puestos en marcha en Sierra Nevada.