El CO2 deja fríos a los automovilistas de la UE
09/10/2007 - Ambientum
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La Comisión Europea se ha puesto firme frente a los fabricantes de coches para lograr limitar las emisiones de los automóviles. Sin embargo, en sus esfuerzos por mejorar el medio ambiente, los planes de Bruselas se han encontrado con un adversario no previsto: los consumidores. Los consumidores europeos están poco dispuestos a renunciar a coches potentes por soluciones más ecológicas, según se han esforzado en asegurar en repetidas ocasiones los fabricantes de automóviles.

El Eurobarómetro, la encuesta periódica que encarga la Comisión, parece darles la razón. El 41 por ciento de los conductores europeos aseguran que en ningún caso estarían dispuestos a pagar más por usar vehículos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Un 54 por ciento sí que lo estaría, siempre y cuando el alza de precio no supere el 10 por ciento. El 9,2 por ciento incluso pagaría de más por encima del 10 por ciento. El 4,6 por ciento no sabe o no contesta. Hasta el 22 por ciento de los encuestados por la agencia Gallup aseguran que no están dispuestos a renunciar al uso del automóvil.

 

Bruselas pactó con las marcas que las emisiones de dióxido de carbono deberían bajar a 140 gramos por kilómetro recorrido en 2008, lo que supondría que la industria del continente debería registrar una reducción media del 25 por ciento respecto de los niveles de 1995 (186,7 gramos por kilómetro).

 

Este incumplimiento ha llevado a la CE a imponer que en 2012, las emisiones se reduzcan a 130 gramos por kilómetro, más 10 gramos adicionales que se deberán lograr a través de tecnologías relacionadas. La apatía de los consumidores es una noticia poco positiva si se tiene en cuenta que el precio de un automóvil medio podría incrementarse en 3.600 euros de media para cumplir las exigencias de la CE, según un informe del instituto de investigación TNO.

 

Y no sólo eso. Lejos de tender a decantarse por automóviles de menor tamaño, los gustos automovilísticos de los consumidores europeos crecen cada vez más. La cuota de mercado de los monovolúmenes se ha incrementado en torno a los 13 puntos porcentuales en los últimos 12 años, hasta copar algo menos del 20 por ciento de las compras totales. Algo parecido sucede con los todoterrenos, aunque su desarrollo haya sido algo menor. Este tipo de vehículos ha pasado se suponer apenas el 3,5 por ciento del mercado en 1995 al 7,7 por ciento actual. La cilindrada media de los motores también ha crecido y se ha incrementado un 5 por ciento.

 

El 41 por ciento de los europeos no pagaría más por conducir un coche más ecológico

La patronal europea de los fabricantes, Acea, ve en esta evolución del mercado ejemplos de que sus esfuerzos por lanzar al mercado modelos de menor tamaño y más ecológicos no han sido bien recibidos. Es más, las compañías aseguran que los gustos de los consumidores y su "modo de vida" constituye una de las principales razones por las que no han sido capaces de cumplir el acuerdo obligatorio de emisiones de CO2 que suscribieron con la Comisión Europea en 1995.

 

La prueba, asegura Acea, está en que en la actualidad ya hay numerosos automóviles que cumplen con los requisitos de emisiones de Bruselas (Audi Duo, Fiat Seicento Elettra, Opel Astra y Corsa Eco, Mercedes-Benz A 160, Volkswagen Lupo y Golf CityStromer. El grueso de sus ventas, sin embargo, proviene de los segmentos tradicionales -sobre todo de la gama de compactos- y no de los coches de menor cilindrada.

 

Acea advierte además que los consumidores han impuesto que cada uno de los segmentos en los que se divide el mercado haya ganado en tamaño. "Cuando decimos que los clientes prefieren coches más grandes y confortables, estos cambios suelen produciré en el seno de un mismo segmento, dado que muchos de los clientes no pueden permitirse pasar a uno superior".

 

Faconauto prevé menos emisiones

 

El nuevo impuesto de matriculación ligado a las emisiones de CO2 permitirá reducir dichas emisiones en torno al 5 por ciento el próximo año, según un estudio de MSI para la Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automoción (Faconauto). La patronal ha rebajado su estimación de matriculaciones para 2007, al elevar la caída prevista al 3,8 por ciento. El estudio concluye que los cambios en este gravamen tendrán un impacto inmediato en las emisiones contaminantes, que se reducirán un 3 por ciento, descenso al que se suma otra caída del 2 por ciento como consecuencia de la renovación de la oferta.

 

De esta forma, las emisiones medias bajarán desde los 158 gramos de CO2 por kilómetro actuales, hasta 140,8 gramos en 2009 y hasta 133,8 gramos en 2010. Faconauto considera que la reducción será insuficiente para cumplir con los 120 gramos propuestos por la CE para 2012.

 

El cambio del impuesto de matriculación supondrá, según Faconauto, un perjuicio para algunas marcas, puesto que aumentará el precio final de sus modelos. Las firmas más afectadas, con una subida del 2,75 por ciento, son Porsche, Ssangyong, Bentley, Maybach, tata, Jeep, Aston Martin, Hummer, Maserati, Rolls-Royce, Ferrari y Suzuki. Por contra, las diez marcas más favorecidas al bajar sus precios son Smart (-4,59), Honda (-4,34), Renault (-2,84), Peugeot (-2,44), Citroën (-2,36), Santana (-2,25), Morgan (-2,25), Skoda (-1,9) o Fiat (-1,7). Faconauto estima que las modificaciones fiscales traerán consigo un descenso del 1 por ciento en el precio, si bien es previsible que las marcas reajusten las tarifas.