Málaga instala una red de contenedores de aceite de cocina usado para evitar que contamine el mar
13/12/2007 - SUR.es
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Una iniciativa con fines solidarios recogerá al año 200.000 litros para convertirlos en jabón y biodiésel La provincia vierte 1.600 kilos de grasas al día a las playas, que se transforman en 'natas' con el calor

Directo al fregadero. Lamentablemente y hasta ahora este ha sido el destino de las aproximadamente 5.000 toneladas de aceite usado al año en los hogares de la capital, y de hecho es el gesto que ejecutan sin pensar 99 de cada cien familias.

 

A pesar del actual sistema de depuración, 1.600 kilos de grasas y aceites contenidos en las aguas residuales termina cada día en el mar, convertidos en 'natas' cuando el calor eleva las temperaturas del agua. No en vano, la grasa vegetal es, junto con el hidrocarburo, el elemento que aparece cuando se analizan estos indeseables residuos, y además contamina la flora y fauna marina.

 

A partir de ahora, el aceite usado puede tener otro fin y ayudar a financiar proyectos de desarrollo en el cinturón de la pobreza de Lima (Perú), en el que viven cinco millones de personas, entre ellos los críos que rebuscan en los vertederos de basura para sobrevivir y que se conocen como 'niños pirañas'.

 

Para conseguir este cambio radical y solidario hasta con nosotros mismos basta ir volcando el aceite utilizado en una botella de plástico; esperar a que se llene, cerrarla bien y depositarla en uno de los 25 contenedores, con una capacidad de 500 litros cada uno, que la asociación Madre Coraje terminará de distribuir por la ciudad la próxima semana, gracias a la colaboración de la Obra Social de Caja Madrid, que ha financiado el 70% del proyecto.

 

En colegios y mercados

 

Según explicó el delegado en Málaga de la ONG, Salvador Almagro, los contenedores, doce de los cuales ya están funcionando, se ubican en los patios de los colegios y los mercados, por considerar que son lugares con gran afluencia diaria de personas, que además pueden aprovechar el desplazamiento obligado para llevar el aceite usado.

 

Se ha tenido en cuenta que estos espacios permanecen abiertos al público durante el día, pero se cierran de noche, permitiendo que los contenedores queden dentro del recinto y a salvo de posibles actos vandálicos. Además se pretende llegar a acuerdos con restaurantes, hoteles y grandes comunidades de vecinos para que dispongan de pequeños depósitos de plástico, con capacidad para 60 litros. Serían los voluntarios de Madre Coraje los encargados de recoger periódicamente el aceite usado almacenado en ellos. «Nuestra intención es cubrir todos los distritos de la capital», expuso Almagro. En Málaga empresas como Savisol o Regrasol ya recogen las grasas procedentes de locales de restauración.

 

Con este proyecto, la asociación pretende evitar el vertido de 200.000 litros de aceite a las aguas malagueñas en un año, parte de los cuales serán reutilizados y reconvertidos en jabón en la fábrica que a tal efecto la asociación tiene en Jerez y que además da trabajo a cuatro personas con esquizofrenia, explicó el subdelegado en Málaga de la ONG, José María Laza.

 

La producción de jabón forma parte del material que quincenalmente Madre Coraje manda a Perú a través de contenedores. «Allí, una pastilla de jabón cuesta un dólar que no pueden pagar, porque de hecho, los niños rebuscan en los vertederos para poder vivir. El jabón es por tanto un producto sanitario de primera necesidad. Sirve de desinfectante, evita la sarna, limpia de piojos...», explicó el gerente de Madre Coraje, Fernando Almaraz.

 

Excedente

 

El aceite que no sea utilizado para la elaboración de estos jabones será vendido, una vez filtrado, a empresas que se encargan de convertirlo en biodiésel: «Se trata de un producto parecido al hidrocarburo, que produce una energía menos contaminante que el petróleo, y que nos permite ahorrar divisas», explicó Laza.

 

El subdelegado en Málaga de Madre Coraje, químico y farmacéutico de profesión, fue más allá en su reflexión: «Se puede generar un problema de alimentación mundial si continúa la tendencia de que se reconviertan cultivos de alimento en cultivos de especies oleaginosas para la producción de biodiésel».

 

A través de un convenio con Emasa y el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga, el aceite recogido por Madre Coraje pasa por un proceso de filtrado, que permite venderlo a mejor precio a las empresas que lo transforman en biodiésel. El dinero obtenido de la venta, al igual que el resto del trabajo que realiza la asociación, se destina a financiar proyectos integrales en Perú.