El Gobierno británico autoriza a las empresas a construir nuevas centrales nucleares
10/01/2008 - ELMUNDO.es
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El emplazamiento de las nuevas centrales no se desvelará al menos hasta 2009
Las actuales plantas nucleares británicas echarán el cierre en el 2023
La Royal Society ha dado el visto bueno a la decisión tomada por el Ejecutivo

El Gobierno británico ha dado luz verde a la construcción de nuevas centrales nucleares en Reino Unido para responder a las necesidades energéticas del país. Así lo ha anunciado el ministro de Empresas y Negocios, John Hutton, en una declaración formal en el Parlamento.

 

El Gobierno británico argumenta que las nuevas centrales contribuirán a disminuir su dependencia de la importación energética y de las explotaciones del Mar del Norte. Además, las actuales plantas británicas, que producen un 20% de la electricidad, acabarán su vida útil en el 2023.

 

El fuerte incremento de los precios de los combustibles -petróleo y gas-, así como la necesidad de recortar las emisiones a la atmósfera de gases contaminantes, han ayudado a decidirse a Reino Unido. No obstante, la opción nuclear fue considerada poco atractiva por el Ejecutivo británico en 2003.

 

Hutton defendió el plan como una forma "segura y asequible" de luchar contra el cambio climático y asegurar los suministros energéticos en el futuro. El emplazamiento de las nuevas centrales no se desvelará al menos hasta 2009, pero se espera que se construyan al lado de las que ya existen.

 

En realidad, el Gobierno no pondrá ni un solo penique de las arcas públicas en la construcción de las nuevas centrales. Tendrán que hacerlo las eléctricas. Nada les impedía hacerlo hasta ahora, pero ninguna se hubiera decidido sin el respaldo explícito del Gobierno.

 

Al fin y al cabo, hay mucho dinero de por medio. Las empresas tendrán que pagar la construcción de las plantas, pero también los de sus residuos y su desmantelación.

Esta última premisa ha sido recibida con incredulidad por los escépticos, que desconfían de que las empresas puedan hacerse cargo de tamaña inversión y advierten de que supondrá un alza en el recibo de la luz de hasta 400 euros al año.

 

"Es una buena noticia que la decisión haya sido tomada. Reino Unido necesita reducir las emisiones que producen el efecto invernadero mientras se asegura que tenemos los recursos para producir electricidad", ha señalado Peter Williams, vicepresidente de la academia de la ciencia británica por excelencia, la Royal Society.

 

Movimiento estratégico


La decisión supone un importante movimiento estratégico y la resolución de la primera encrucijada importante que afrontaba el primer ministro Gordon Brown desde su llegada al cargo en junio del año pasado.

 

De todas formas, el anuncio le acarreará sin duda nuevas críticas al primer ministro, inmerso en una endémica crisis de popularidad desde que empezó el otoño. Dispararán contra él los ecologistas y la vituperada ala izquierda del laborismo. Llamarán la atención sobre los riesgos de la energía atómica y sobre sus reisudos, almacenados provisionalmente en una precaria instalación del Norte de Inglaterra y para los que Hutton no ha dado ningún destino definitivo.

 

Brown ha tomado la decisión aferrándose a dos argumentos. El primero es la necesidad del Reino Unido de reducir las emisiones de carbono. El segundo, invocado también por Bush hace unos meses, es la necesidad de reducir la dependencia energética del exterior ante contingencias como el alza de los precios del crudo o la inestabilidad política en Rusia.

 

Lo decía el propio Brown el domingo en 'The Observer': "Cuando se acaben el gas y el petróleo del Mar del Norte, la gente querrá saber si tenemos un equilibrio entre nuestra dependencia energética y nuestra capacidad de generar energía dentro de nuestras fronteras y eso tiene que ver con las energías renovables pero también con algunas otras cosas".

 

Actualmente, la energía nuclear cubre el 20% de las necesidades energéticas del Reino Unido. La idea de Brown es que el porcentaje vaya creciendo, pero no tiene demasiado margen. Gas y petróleo siguen siendo por el momento imprescindibles para alimentar el consumo del transporte y el de los hogares. La revolución nuclear de Brown tampoco llegará pronto. El anuncio ha puesto en marcha el reloj, pero será difícil que las nuevas centrales estén en funcionamiento antes de 2020 y hay expertos que aseguran que el Reino Unido tendrá que dilucidar cómo alimenta la creciente demanda de energía hasta ese momento.

 

Los conservadores no se han mostrado demasiado afilados en este tema. No están en contra de las nucleares pero siempre que no se construyan a costa de los contribuyentes. Su líder, David Cameron, es célebre por haber puesto el medioambiente a la cabeza de la agenda 'tory' y por rodearse de una guardia de pretorianos ecologistas como Zac Goldsmith.

 

Energías renovables

 

El impulso de Gordon Brown a las nucleares no significa que el Reino Unido no vaya a invertir en las energías renovables. Al contrario. El Gobierno se ha puesto un objetivo: que en 2020 el 20% de la energía la produzcan opciones verdes.

 

La opción que acaba de poner sobre la mesa el Gobierno británico tendrá sin duda una influencia en otras economías del continente. Así lo indicó esta semana en el 'Herald Tribune' el director general de la Agencia de la Energía Nuclear, Luis Echavarri.

 

"Brown viene del Partido Laborista y está muy comprometido en la lucha contra el cambio climático. Esto es un indicativo muy claro de que uno tiene que ser pragmático y no caer en la trampa de decir: "Nosotros somos de izquierdas y lo nuclear es malo", expresó.