California encabeza una cruzada contra Washington por las emisiones de los coches
04/01/2008 - ELPAIS.com
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Con otros 15 estados busca revertir una decisión que les niega establecer estándares más estrictos contra los gases que salen de los tubos de escape

California se ha lanzado en una cruzada, en la que participan otros 15 estados de EE UU, para que la administración Bush revierta una decisión tomada en diciembre que le negó el intento de establecer nuevos estándares más estrictos contra las emisiones de humo de los coches. La demanda devuelve el tema a los tribunales donde los estados han cosechado últimamente varios éxitos en sus constantes esfuerzos por doblegar a la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) en la lucha contra el calentamiento global.

 

California presentó anoche la demanda en el Tribunal estadounidense de apelaciones del noveno ciruito de San Francisco, mientras que los otros 15 estados se unieron al caso en demandas separadas introducidas en Nueva York. Los funcionarios californianos creen que los tribunales decidirán sobre el tema rápidamente.

 

El fiscal General de California, Jerry Brown, considera que la EPA "no ha hecho nada a nivel nacional para reducir los gases invernadero y ahora ha bloqueado ilegal y erróneamente los estándares sobre las emisiones de los tubos de escape de California, a pesar del hecho de que 16 estados han tomado las medidas para adoptarlas".

 

El 19 de diciembre, la EPA rechazó el intento de California por obtener una dispensa de las leyes federales de EE UU que le permitiría imponer restricciones a las emisiones más estrictas que los estándares federales. Durante años, a California se le ha permitido establecer sus propias metas sobre los contaminantes y ha recibido dispensas de la EPA en otros casos. Este es el primer intento que busca limitar la emisisión de carbonos emitidos por los vehículos.

 

La aplicación de la dispensa se basa en una ley del 2002 que obliga a los fabricantes de coches, comenzando con el modelo del siguiente año, a reducir las emisiones en 30% en los siguientes ocho años. Esto representaría un gran recorte que se vería aumentado si otros estados hacían lo mismo.

 

Al rechazar la dispensa, el administrador de la EPA, Stephen Jonson, citó los recientemente promulgados estándares federales, que impulsan la eficiencia del combustible de los vehículos, a los que considera medidas fuertes y amplias.

 

“Ahora tenemos un acercamiento nacional más beneficioso sobre un problema que afecta a todo el país”, dijo la EPA en un comunicado, en respuesta a la demanda de California. Sin embargo, los críticos de la EPA consideran que la medida de California tendría mejores resultados, y más rápido.

 

California considera que enfrenta consecuencias peligrosas del calentamiento global, entre ellas una disminución en el nivel de nieve en sus montañas -fuente de un tercio del agua potable que surte al populoso estado-, y los miles de kilómetros de línea costera y diques amenazados por una subida en el nivel del mar.

 

Los fabricantes de coches, por su parte, han hecho presión en Washington para que rechace la propuesta de California, al afirmar que una mezcla de leyes federales y estatales sería demasiado compleja de aplicar. Los principales temores de esa industria son que los costes de los vehículos aumenten sustancialmente debido a las amplias mejoras que deben incluir en los coches.

 

Los otros estados que acompañan a California en su cruzada son Massachusetts, Arizona, Connecticut, Delaware, Illinois, Maine, Maryland, Nueva Jersey, Nuevo Mexico, Oregon, Pennsylvania, Rhode Island, Vermont y Washington.