El Nobel John Nash cree que el cambio climático sólo puede aplazarse
21/11/2007 - FARODEVIGO.es
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Basta con decir el título de la película de Ron Howard protagonizada por Russell Crowe para presentar a John Forbes Nash, Nobel de Economía en 1994 que expondrá esta noche en el Centro Sociocultural da Fundación Caixa Galicia, en Santiago, dentro del programa divulgativo "ConCiencia", de la Universidade de Santiago, algunas de sus ideas en una conferencia titulada "Dinero ideal y dinero asintóticamente ideal".


Nash, que habla muy bajito y que aceptó con reticencia comparecer ayer ante los medios, aplicó una parte de sus teorías, conocida como el "dilema del prisionero", al cambio climático, afirmando que la posibilidad de su superación requiere la "cooperación" de todo el mundo. Dicho dilema, que él usó en principio aplicado a interacciones económicas y militares, establece que la cooperación es la mejor opción para que todas las partes salgan beneficiadas, aunque, en este caso, y según él mismo precisó, se trata de un "juego no cooperativo" donde "cada uno va por su lado" por lo que se corre el riesgo de "fracasar".
El Nobel de Economía firma que "si todos los humanos y Estados pudiéramos actuar juntos y pagar el coste, sea cual sea, y evitar las emisiones excesivas de dióxido de carbono y de otros gases a la atmósfera, entonces tal vez el cambio climático podría evitarse por un tiempo".


No obstante, John F. Nash amplió ese condicional y advirtió de que frenar el calentamiento global se puede lograr "siempre y cuando no haya demasiados humanos ni demasiada actividad industrial" y sólo en el caso, añadió, de que se pueda reducir el consumo de energía y de recursos. A ese respecto puso como ejemplo que una casa en Suecia es más eficiente energéticamente que otra en Grecia, a pesar de que en el país nórdico hace más frío que en el mediterráneo.


El científico, que compartió la época dorada de la Universidad de Princeton con otros genios como Einstein o Von Neumann, cumplirá el año que viene ochenta años. No obstante, sigue con una vida profesional activa gracias a la notable recuperación de la esquizofrenia paranoide en la que centra Ron Howard en su película y adelantó que, aunque ya no es joven, sigue investigando.