Los municipios podrán ya este mes solicitar la sede del almacén nuclear
09/07/2007 - El Día de Córdoba

Se acabó la tregua obligada por la cita electoral del 27-M. Vuelve al trabajo la Comisión Interministerial creada para el estudio de la ubicación del Almacén Temporal Centralizado (ATC) -que debe acoger los residuos radiactivos de alta actividad- y lo hace con el propósito de abrir este mismo mes el proceso definitivo para esa ubicación: el plazo para que los ayuntamientos presenten solicitudes del pliego de condiciones para acoger al ATC como sede.


El presidente de Enresa, José Alejandro Pina, ha reiterado en numerosas ocasiones que ese almacén nunca será impuesto a ningún municipio, sino que, por el contrario, para la selección se seguirá un proceso totalmente democrático regido por la voluntariedad. En cambio, Pina también ha argumentado en numerosas ocasiones que el ATC no necesita ningún terreno especial y que puede ir ubicado, tal y como ocurre con otras infraestructuras similares levantadas en Europa, en cualquier polígono industrial. Eso supone que entre el 85 y el 95 por ciento de todo el territorio nacional puede ser lugar idóneo para acoger esta infraestructura que va a suponer una inversión de unos 750 millones de euros y que va a acoger el combustible gastado de las centrales nucleares que ahora guardan los propios productores.


La Comisión tiene fijada una reunión para la próxima semana -ya ha celebrado ocho sesiones anteriores- en la que está previsto que se active ese proceso y se cierre el calendario de día exacto de inicio y cierre del plazo de presentación de solicitudes.

 

Hasta el momento, los municipios tan sólo han podido demandar información del proyecto. Se han atendido aproximadamente 200 y no sólo procedentes de ayuntamientos, sino también de universidades y de particulares. Ese plazo de demanda de información concluyó el pasado 27 de febrero después de que la Comisión lo abriera nueve meses antes.


El ATC tendrá que estar operativo antes de la fecha fijada para que vuelvan de Francia los residuos radiactivos enviados a ese país por el Gobierno tras la catástrofe que quemó la central tarraconense de Vandellós I; o lo que es lo mismo, antes de 2011.