La desecación de lagos milenarios del Ártico, «señal de alarma» del cambio climático
03/07/2007 - ABC

Un exceso de catastrofismo tiende a provocar el efecto contrario al pretendido, y es quizá por ello que tantas voces predicando el apocalipsis del cambio climático hacen virar el clima, pero hacia el escepticismo. Para evitar sesgos, son las fuentes contrastadas las que deben establecer el rasero con el que valorar la información disponible. Y si hoy es incontestable la paulatina desaparición de los glaciares tropicales, no menos irrefutables son los datos que esta semana publican los científicos canadienses John Smol y Marianne Douglas en la revista «PNAS».

 

El trabajo de estos dos investigadores es el seguimiento más exhaustivo y riguroso que se ha efectuado sobre la ecología del Ártico. Los datos cosechados desde 1983 reflejan la evolución de un conjunto de 40 lagunas del cabo Herschel, en la isla de Ellesmere, vecina a Groenlandia. Esta región polar se caracteriza por la existencia de infinidad de humedales que salpican el paisaje y albergan una rica biodiversidad, pero que son extremadamente sensibles a las variaciones sostenidas de temperatura, ya que su presencia se mantiene gracias al equilibrio entre evaporación y precipitación.

 

Sequía polar

 

Las mediciones recogidas por Smol y Douglas indican que estas charcas han perdurado durante milenios. Y sin embargo, el pasado verano muchas de ellas desaparecieron, arrastrando en su declive a numerosas especies y, lo que es más grave, certificando que no es un fenómeno estacional, sino un adiós definitivo.

 

Los climatólogos destacan el significado de sus hallazgos en el contexto del calentamiento del planeta: ciertos mecanismos de realimentación amplifican las variaciones climáticas en las regiones polares. Las lagunas estudiadas, por su poca profundidad y su amplia extensión, son muy sensibles a alteraciones en la tasa de evaporación, lo que se detecta por el aumento progresivo en la concentración de sales. La conclusión de todo ello es que estos cambios, además de avisarnos de la degradación del ecosistema polar, son la «alerta temprana» de una tendencia global.


 

Autor: Yanes, Javier