Los coches más contaminantes pagarán más impuestos
28/06/2007 - Cinco días
El Ejecutivo ha pactado una reforma de la fiscalidad del automóvil, en el que el criterio para bonificar o penalizar serán las emisiones de dióxido de carbono y no la cilindrada ni el combustible que utilicen, tal y como sucede en la actualidad.

La enmienda, introducida en la tramitación de la ley de Calidad del Aire, establece que a partir del 1 de diciembre de 2007, el Gobierno introducirá las modificaciones legales necesarias para establecer un nuevo sistema en el impuesto de matriculación para los vehículos.

 

Esta nueva modalidad, que previsiblemente se empezará a aplicar a partir del 1 de enero de 2008, estará basada en cuatro puntos: los tipos de gravamen se establecerán en función de las emisiones de dióxido de carbono, los vehículos que menos emitan no pagarán impuestos, el tipo para los que más emitan será superior al máximo actual (situado en el 12%) y las motos acuática y los quads (motos de cuatro ruedas), hasta ahora exentas, se verán obligados a pagar impuesto de matriculación. El nuevo sistema también acabará con las diferencias fiscales en el impuesto de matriculación entre la gasolina y el diésel, más bonificado en la actualidad.

 

Sin embargo, el Ejecutivo no ha concretado ni el límite en las emisiones ni cómo se instrumentará el nuevo sistema. Preguntado por el nivel de emisiones, Gonzalo Aizpiri no concretó el límite que se establecerá para penalizar o bonificar a los vehículos, aunque indicó que una buena referencia pueden ser los 130 gramos por kilómetro fijados en el borrador de la directiva europea en esta materia. Sin embargo, apenas 30 vehículos (un 10% de los que se comercializan en España) emiten por debajo de ese umbral.

 

Tampoco aclaró como se va articular el nuevo sistema, que ahora deberá estudiar Hacienda, al que Medio Ambiente ha presentado dos tesis, siempre con un mínimo que quedaría exento. En el primer caso, el usuario pagaría en función del tramo que le tocara por el nivel de emisiones de su coche, mientras que en el segundo, el propietario pagaría de forma proporcional por cada gramo de dióxido de carbono que sobrepase el límite fijado. Gonzalo Aizpiri sugirió que, en línea con esta reforma, el Gobierno podría plantearse también para la próxima legislatura la modificación del impuesto de circulación.

 

La patronal de fabricantes de automóvil Anfac se mostró conforme con la reforma anunciada por el Gobierno, siempre que esta no signifique un aumento de presión fiscal sobre los automóviles.

 

Luis Valero, presidente de Anfac, señaló que estos cambios fiscales tienen que tener un efecto neutro, 'de forma que se lleven a cabo los ajustes necesarios para mantener los ingresos fiscales cuando se favorezca la adquisición de coches con bajas emisiones y se penalice a los que más emiten'.

 

El objetivo del Ejecutivo es estimular la venta de coches que emitan por debajo de 130 gramos. Según los datos de Anfac, en 2006 se vendieron 250.000 coches (el 15% sobre el total) que cumplieran estos requisitos, mientras que el restante 85% emitía por encima del límite.

 

Los cálculos gubernamentales van en otra dirección. Calculan que el propietario de un vehículo poco contaminante podrá ahorrarse de media, con la exención del impuesto de matriculación, 1.800 euros, que servirán para compensar el sobrecoste de la tecnología necesaria para emitir menos.

 

Autor: Carlos Molina